Día de Muertos
Agradeciendo a nuestro linaje

En la cultura maya, se cree que después de la muerte el “pixan” o alma se separa del cuerpo, y es este, el que va a sobrevivir y el que regresará a la tierra durante los rituales. Dicen que el “pixan” conserva las características de la persona, tales como su memoria y personalidad, aunque se alteran con su nuevo estado y se van perdiendo con el tiempo. Los mayas consideran que las almas de los muertos regresan a la tierra a finales del mes de octubre para recibir ofrendas dedicadas por sus descendientes o ascendentes vivos.
El verdadero sentido del Día de Muertos radica en agradecer y honrar a aquellos que partieron de la tierra y que por linaje familiar nos impregnaron de su esencia y nos dieron la vida. También ensalzar a aquellos que por linaje espiritual aportaron a tu desarrollo y crecimiento, como sabios o maestros.
¿Pero qué significa honrarlos? Es reconocerlos y aceptarlos como fueron en vida, con sus traumas, secretos, dolores, abusos, aciertos, amores y experiencias. Del respeto profesado a tu linaje nace el respeto por ti mismo, a tomar tu propia senda vital, a tu derecho a existir y a continuar con tu avance espiritual.
Aprovecha estas fechas, para recordar a los fallecidos con todo el amor. Toma un espacio de la ajetreada vida de hoy, para agasajarlos, para que se sientan amados, respetados y recordados por todo su esfuerzo en el paso por este mundo. En un espacio especial en tu casa, con unas hermosas Flores de Cempasúchil, has una ceremonia en su honor, como lo hacían nuestros antiguos. Enciende una vela, acompáñalo con incienso y escríbeles en un pergamino, todo aquello que nazca de tu corazón:
· al linaje masculino, como tu padre, abuelos, bisabuelos, tíos, primos, hijos, da gracias por su presencia y fuerza, porque te enseñaron a protegerte, a proveerte, a cuidarte. Reconoce que hicieron lo mejor que pudieron para educarte y enseñarte de la vida de acuerdo con sus propios recursos. Perdona sus errores. Libéralos de cualquier maltrato, abuso, dolor, miedo o tristeza, que te hayan causado a ti o a alguien cercano. Integra esta energía masculina sagrada, amorosa y verdadera en tu vida.
· del clan femenino, como tu madre, abuelas, tías, bisabuelas, primas, hijas y todas las mujeres que hayan sido parte de tu linaje, agradéceles su dulzura, compañía, servicio, consejos y luz que te brindaron. Perdónalas por sus desaciertos, errores y abandonos en su vida, ya fuera para contigo o con los demás. A través de ti, se manifiesta la memoria celular de las mujeres de tu árbol, acéptalas y bendícelas con amor.
Una vez los hayas contactado y les hayas leído tus pensamientos, devuelve el pergamino a la madre tierra o quémalo para que el fuego lo purifique. Con este ritual, lograrás un vínculo de luz único, permanente, bendecido e incorruptible con tu linaje, nunca más estarás solo o sola, ellos vivirán en ti.
Contamos con las más hermosas macetas de Flor de Cempasúchil, con todos los elementos para realizar esta hermosa ceremonia.








