Activa tus cuarzos para despertar tu intuición

Los cuarzos pertenecen a una gran familia de piedras, con una amplia gama de colores y formas y se encuentran presentes en todos los continentes. Existen varias clasificaciones para este tipo de piedra. Un primer grupo está conformado por la amatista, la aventurina, el citrino, el ojo de tigre, entre otros más. Un segundo grupo incluye el ágata, la coralina, el ónix y el jaspe. Hay más divisiones del cristal, donde cada uno tiene sus propias cualidades, propiedades y belleza.
Esta piedra tiene numerosos nombres, como cuarzo alfa, yodolita, azetulita, azeztulita, conita, dragonita. El mineral pertenece al grupo de los silicatos, forma cristalina del dióxido de silicio más cuatro átomos de oxígeno. Debido a esta composición química se le confiere su gran dureza y resistencia.
El cuarzo ha trascendido el tiempo y ha sido utilizado en todas las culturas por ser una hermosa piedra impregnada de misterio y poder. En la antigua Grecia, se relacionaba con la diosa Gea, madre de la naturaleza, por ser un elemento que se crea en la tierra y que contiene la fuerza del planeta. En el Renacimiento, los alquimistas buscaban aprovechar sus propiedades energéticas y luminosas. Pensaban que la piedra albergaba sabiduría para transmutar y ayudar en la búsqueda de la perfección tanto material como espiritual.
Los cuarzos son entidades vivas, debido a su estructura cristalina, pueden almacenar y transmitir información y energía. Como cuentan con la frecuencia vibratoria más alta entre todos los elementos de la naturaleza, son capaces de elevar y amplificar la vibración circundante. Están asociados con la luz y la transformación interior.
Estos hermosos seres vivos pueden proteger, sanar, brindar claridad mental y concentración. Mejoran la memoria y fomentan una sensación de calma y armonía, reduciendo la ansiedad y el estrés. El cuarzo es un poderoso purificador energético. Limpia y alinea los chakras, facilitando la conexión espiritual. Se utiliza para la meditación y la activación del tercer ojo, permitiendo el acceso a estados más profundos de conciencia y potenciando la intuición.
Recomendaciones para utilizar y contactar con tus piedras:
Limpiar el cristal. La eliminación de la frecuencia previa es muy importante, y se logra con la inmersión del mineral en agua salada, con vibraciones sonoras como baños de sonido con cuencos tibetanos o diapasones, o sahumando con incienso de salvia.
Activar el cuarzo. Se puede dejar a la luz del sol o de la luna, por varios días para que se cargue y active. Si tu objetivo es amplificar tu energía o potenciar algo puedes cargarlo con el astro diurno. Para cuestiones más sensibles o femeninas es ideal la carga lunar.
Conectar con la energía de la piedra. Sosteniéndola en tus manos, respira profundamente varias veces y sintoniza con las vibraciones del elemento, abriendo el corazón y sintiendo la conexión.
Definir las intenciones. Establece intenciones claras para el uso de tu mineral. Visualiza y di en voz alta lo que deseas manifestar y permite que fluya hacia la piedra.
Ahora úsalos durante tus meditaciones y mantenlos cerca de ti. Tú y tus cristales pueden trabajar cocreando y evolucionando mutuamente.
Recuerda que combinar plantas con cuarzos para decorar tu hogar trae armonía y paz en ti y en tu ambiente.








