El Karma como herramienta de Evolución Espiritual

La palabra “Karma”, viene del sánscrito y significa “hacer o producir”. El hinduismo dice que es la misma Ley de Causa y Efecto, siendo uno de los 7 principios herméticos del Kybalion. Todo lo que haces y piensas tiene una consecuencia, en esta vida, en otras encarnaciones, en tu familia, o en tu entorno.
Por otra parte, existe la Ley del Uno, la cual dice que todo en el universo está interconectado como una gran red. Cada pensamiento, cada persona, cada evento y cada célula están intrínsecamente vinculados entre sí. Esta conexión es energética y espiritual.
Por lo tanto, si haces el bien a alguien o tienes un pensamiento positivo, estás afectando la energía de esa persona o situación y por la Ley de Causa y Efecto, recibirás esa misma alta frecuencia en tu vida (Darma o Karma bueno). Por el contrario, si haces el mal, o tienes pensamientos negativos hacia alguien, esa baja energía regresará a ti. Por la Ley del Uno, todo lo que haces a otro es como si te lo hicieras a ti mismo. Es el universo en su inmensa sabiduría, quien define si el efecto será inmediato, si será directo sobre ti, si puede afectar a tus hijos, o puede aplicar a vidas posteriores.
Los seres humanos se encuentran en la rueda del Samsara, la cual se refiere a una serie de ciclos de nacimiento, desarrollo, muerte y reencarnación. El objetivo de cada vida en este plano es ir perfeccionándote mediante buenas acciones, pensamientos e intenciones. El Karma es la herramienta para crecer, evolucionar espiritualmente y salir de este círculo.
En su alta complejidad, el Karma, puede ser:
- Del presente. Son los efectos que puedes ver por tú actuar en esta vida
- Heredado: proviene de tus ancestros, de tu país o de un grupo social. A veces, las huellas de la violencia, las creencias impuestas o los dolores no resueltos de una nación se transmiten sutilmente.
- De vidas pasadas: cuando no logras reconocer el origen de un desafío que atraviesas, o no comprendes por qué ciertas experiencias se repiten con determinadas almas, puede ser la huella sutil de una reencarnación anterior que aún busca ser sanada.
Para salir de una situación complicada que te esté estancando, identifica si es posible que sea por Karma. Una vez lo tengas claro, reflexiona si esto es efecto de alguna acción que hayas hecho en el pasado, y que tal vez no habías visto. Si logras reconocerlo, abre tu corazón con humildad y pide perdón, ya sea a la persona que heriste o al universo por la energía de dolor que generaste con tus palabras, pensamientos o acciones. Al hacerlo, despierta conciencia y comprométete a no repetir la misma experiencia, honrando el camino de tu evolución.
Para los casos de Karmas heredados y de vidas pasadas, debes trabajar con mayor profundidad. Puedes apoyarte con los registros akashicos o con constelaciones familiares. Son técnicas con un gran valor espiritual.
Siempre actúa bien desde el corazón, apoya, ayuda y mantén la vibración alta.
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