Despide amorosamente a tu mascota

Según la teosofía los animales SI tienen alma. Esta tiene cualidades que la hacen más genérica que individual. A tus mascotas les es permitido estar en los diferentes planos de existencia e interactuar con los humanos aun después de fallecidos.
Los animales domésticos que nos acompañan en la Tierra poseen un alma propia, pura, única y preciosa. Sin embargo, al dejar este plano, no reencarnan en un nuevo cuerpo independiente, sino que se funden nuevamente con el Alma Grupal, esa conciencia colectiva que conecta a todos los seres que aún no han alcanzado la plena individualidad, como ocurre en los reinos animal, vegetal y mineral. Los sabios nos enseñan que solo ciertas especies, como los elefantes, monos, perros, gatos y quizá los caballos, han logrado manifestarse de forma separada en la dimensión física.
Cuando tú “amigo(a)” trasciende, todas sus experiencias y aprendizajes se expanden y se entrelazan en el Alma Grupal a la que pertenecen, enriqueciendo la conciencia colectiva y apoyando el crecimiento de todos los seres que forman parte de ella.
Tu mascota te escogió para que formes parte de su vida como apoyo en su evolución. Pero ¿cómo puedes tu ayudar en su avance? Hay dos aspectos importantes que puedes considerar si tu mascota aún está contigo:
- limpia tus emociones y pensamientos, ya que actúan constantemente sobre los del animal, pudiendo ayudar a elevarlo a un nivel superior emocional e intelectual.
- bríndale un trato amoroso con profundo afecto que le ayuda a que desarrolle poderes intelectuales, tratando de anticiparse a tus deseos y a comprenderte.
Si estás atravesando un duelo, ya sea porque tú “compañero(a)” está enfermo(a) o ha partido de este plano, tómalo con la seriedad y el respeto que merece, tal como se haría con la pérdida de un ser humano. No minimices tu dolor, aunque la sociedad a veces lo haga. Cuida a tu compañero hasta el final con todo el cariño y la dedicación que merece, pero también cuida de ti mismo(a).
Permítete sentir y gestionar el duelo, incluso mientras tu “pequeño amigo(a)” esté vivo, para comprender su proceso y el tuyo. Entender el porqué de las dificultades hace que el camino sea más manejable. Busca alguien con quien puedas hablar con sinceridad, alguien que realmente comprenda tus emociones. Deja atrás la culpa. Cada acción que realizaste ha sido o fue guiada por tu amor y sabiduría. Agradécele por las enseñanzas y momentos compartidos. Despídete desde el corazón, enviándole luz para su crecimiento espiritual. Todos los seres vienen a esta dimensión para ascender, y ese es el propósito tanto tuyo como de tu “amigo(a) de vida”.
Tu duelo puede durar años, y está bien. Tomate el tiempo que necesites. No obstante, abrir tu mente a la realidad de la muerte, como un paso más en el camino de tu aprendizaje, te ayudará a aliviar el dolor. Con seguridad, en algún momento, volverán a encontrarse.
La despedida de una mascota es un acto de amor. En Shizen te ayudamos a mantener su memoria viva, transformando sus cenizas en un árbol que florece como símbolo de su energía eterna.










