Disfruta una Navidad con Sentido

Para los celtas, la Navidad era la celebración del solsticio de invierno en el hemisferio norte. Se celebraba el resurgir del sol, sobre la oscuridad, representando el triunfo de la vida sobre la muerte.
Los cristianos recuerdan el nacimiento del Hijo de Dios, como el descenso de la luz a la tierra. Es una época que invita a la introspección, para evaluar amorosamente tus pensamientos, acciones y sentimientos. Analiza si estás aplicando en tu vida cotidiana, las enseñanzas que Jesús entregó a la humanidad cuando encarnó en la tierra. La humildad, el agradecimiento, la caridad, el respeto por los demás, la solidaridad, son algunas de las virtudes que Jesús, desde su nacimiento, te dejó con su ejemplo. Si te es posible, medita y busca espacios de silencio y aislamiento, así sean cortos, durante este tiempo bullicioso y congestionado. Hazte propósitos para que en el año que inicias puedas mejorar aquellos aspectos en donde estás fallando.
Durante esta época, la atmósfera de la Tierra está literalmente llena de una energía especial que produce en tus cuerpos internos una sensación de bienestar, paz y felicidad, que se atribuye al Espíritu de la Navidad. Aprovecha esta fuerza para perdonar, regalar y dar alegría. Tradiciones antiguas, dicen que se despliegan por toda la tierra millones de coros angélicos, brindando milagros, curaciones, y sorpresas. Llena tu hogar de luz y color. Coloca un pesebre y adorna el árbol. Que el proceso de arreglar tu casa también sea un ritual especial, hazlo con amor y calma y conéctate con el Espíritu de la Navidad desde ese momento.
El nacimiento, además de ser una hermosa representación del sitio donde nació Jesús, significa morir para nacer nuevamente. Es aceptarlo, recordarlo y aplicar sus enseñanzas en tu vida. La Navidad supone una experiencia espiritual vivida por el Niño Dios, traída a tiempo presente. Se puede decir que la vida de Jesús es un mapa para que lleves una existencia con significado. Él es el arquetipo sagrado y perfecto. Busca siempre imitar al Cristo, y deja que nazca en tu corazón.
El árbol tiene un significado sagrado, ya que es una especie de puente entre el cielo y la tierra y su color verde representa la vitalidad. El pino y el abeto son los más simbólicos en esta época, ya que a pesar del invierno ellos no pierden sus hojas ni su color. Se mantienen erguidos aún en los difíciles inviernos, simbolizando la vida humana, cuando en tiempos complicados, te debes mantener firme y confiada(o). Las esferas con las que decoras tu árbol representan los frutos de tus buenas acciones y de tu sabiduría espiritual. Las coloridas luces llenan de luminosidad la oscuridad que puede haber en tu hogar o en tu vida. Permiteles que irradien en ti, toda su fuerza.
Durante esta hermosa temporada, agradece a la vida y a los seres de luz, toma la energía del Espíritu de la Navidad, llénate de ella, límpiate y renace.
¡Feliz Navidad!








