Jardines mágicos

Con tantas distracciones del mundo moderno, el miedo al tiempo libre, a la soledad, al silencio, es importante darnos un espacio personal cada día para centrarnos en lo que realmente somos, y enfocarnos en nuestra naturaleza espiritual.
Soltar la preocupación del mundo material y estar conscientes de que somos seres espirituales y que nuestra alma forma parte de la divinidad es importante para el despertar. Somos un aliento de amor y vida.
La naturaleza es un reflejo de la creación, sabia, perfecta, armoniosa. Las plantas no se comparan, no compiten, ellas se complementan. Estudios recientes han demostrado que sus raíces comparten nutrientes. Algunas de ellas nos curan, otras perfuman el aire, algunas más nos regalan sus deliciosos sabores para nuestra comida o para preparar suaves tés. Todas son bellas y adornan de forma magistral y al mismo tiempo sencillo, el espacio donde estén ubicadas.
A su vez, los bosques y jardines evocan un sentido de misterio y paz. Representan la libertad, y es un lugar donde nuestra imaginación puede volar, escapando de limitaciones. Son lugares de transformación y renovación.
Conéctate con lo divino y con la magia en tu jardín personal, si lo tienes. Si no, crea un sitio o rincón en casa y llénalo de plantas. Además de elevar la energía vibratoria de nuestro hogar, los elementales nos acompañan y ayudan. Su presencia es bella, crea armonía y brinda paz. Para potencializarlo aún más, podemos incluir algunos de los siguientes objetos:
- Fuentes: el agua representa la vida. Al estar en movimiento, limpia energía estancada. Durante la meditación podemos concentrarnos en el sonido del elemento facilitando el proceso. El solo hecho de escuchar este líquido sagrado, ayuda a disminuir el dolor y el estrés, mejorar el estado de ánimo y tener mayor rendimiento cognitivo.
- Cuarzos: estos hermosos seres de la naturaleza manejan grandes cargas energéticas, para diferentes propósitos como, protección, potencialización de pensamientos o deseos. Existen cuarzos de muchos tipos, colores y formas. Ubiquemos en nuestro jardín mágico, aquellos que más necesitamos en nuestras vidas, dependiendo del trabajo interno que estemos realizando.
- Campanas: utilizadas desde siempre por el hombre. Con la frecuencia de su hermoso sonido se repelen bajas vibraciones. Existen diferentes tipos de campanas, pueden ser las de viento, conformadas por varios cilindros de metal que vibran con el aire. O también campanas tibetanas, las cuales deben ser manipuladas para generar el sonido. Cualquiera de las dos, será un objeto especial.
- Imágenes de ángeles o hadas. Tenerlas en tu espacio evoca la presencia de estos seres espirituales y mágicos, los cuales, aunque no los veamos, existen. Los 5 sentidos que poseemos, no los perciben, pero ahí están, rondando y volando en el jardín. Trata de sentirlos y de conectar con ellos. Son amorosos y ayudan al humano en muchos aspectos.
Activar la intuición, conectarnos con las plantas y lograr introspección, durante el proceso de meditación, son algunos de los objetivos de contar con estos elementos. Nuestro jardín será una antena de energía positiva que se esparcirá por el espacio, incluso abarcando áreas cercanas.








