¿Cómo atraer la abundancia?

El Ser Supremo es un ser abundante, todo lo puede y todo lo tiene. Nosotros, al ser hijos de esta Energía, tenemos la autoridad para vivir en bienestar. Es un derecho divino por herencia. La abundancia se manifiesta en las estrellas del cielo, en el mar, en las plantas de nuestro hermoso planeta, en el aire, en los rayos del sol, en el gran amor que tienes para compartir, en la alegría. Es sanación, buenas relaciones, dinero. Una persona abundante es aquella que es generosa, que da con amor, que sabe recibir, que agradece y comparte. Es un estado mental, es una vibración. Por lo tanto, para ser abundantes, necesitamos abrirnos a esta energía, afinar la frecuencia, reconociéndonos como merecedores.
En nuestro subconsciente existen ideas limitantes que fueron grabadas por nuestros padres, cuidadores o por el ambiente o país donde crecimos. Algunas instituciones religiosas nos han inculcado que ser pobre es ser espiritual y eso no es cierto. Este es un patrón de dogmas que traemos que no nos corresponde. El Ser Supremo quiere que seamos plenos. Incluso se logra mayor vida espiritual cuando se tiene una vida próspera que cuando se está en estado de supervivencia. Rompe con esta creencia.
El confiar en el universo, nos permite fluir, por lo que lo ideal es no aferrarnos a las posesiones. Creemos un flujo de dar y recibir, como es el que el universo usa para intercambiar energías. Si lo haces, cada vez este será más poderoso. Reemplacemos las ideas de que solo el esfuerzo es lo que trae la abundancia, por el buen trabajo y el fluir de los talentos que tenemos.
La frecuencia en que tú vibras atrae situaciones y personas con la misma resonancia. Por esta razón es muy importante subir tu energía, aunque estés en una situación difícil y complicada. Aumentamos la frecuencia, oyendo música hermosa, meditando, compartiendo momentos alegres con personas positivas, bailando, escuchando audios inspiradores. No es negar lo malo que puede pasar en tu vida, porque todos tenemos situaciones complicadas, es transformarlo y verle el lado positivo. La diosa romana Fortuna, decía que hay una parte de la vida que podemos controlar, nuestro trabajo, estudio, por ejemplo, y una segunda de factores externos que no podemos cambiar, como el color de piel, o la familia donde nacimos. Veamos lo bueno de cada situación.
Adicional a todo lo compartido, es importante también pedir ayuda al ser Superior, a los seres de luz, los ángeles y maestros. Autoricemos y demos el permiso a ellos para que nos ayuden. Sé claro en la necesidad y ofrece una pequeña ofrenda, ya sea simbólica o física. Puede ser un mantra dedicado a ellos, un canto, un peregrinaje, una vela o una linda flor o hermosas plantas. El universo es equilibrio, por lo que es una ley dar y recibir.
Entendamos que todo es crecimiento, que podemos ir por el mundo confiados y que todo fluye para nuestro bien. Empecemos a sentirnos merecedores y abundantes por nuestro linaje.
Debes saber que SOMOS POR NATURALEZA ABUNDANTES. ¡Te invito a vivirlo!








